Trece es la confirmación de un proyecto que nació confinado pero que
definitivamente se asienta y se hace adulto.
Ulises Messner nos ofrece 8 canciones ya compuestas, producidas y
grabadas en condiciones de normalidad, demostrando que esto era más que
un entretenimiento pasajero.
En esta entrega, descubrimos muchos mas matices pero siempre con un
sello cada vez mas reconocible. El tándem que forman este experimentado
músico madrileño y el productor Carlos Hernández Nombela, resulta efectivo y
contundente. Al más puro estilo del power pop adulto más clásico,
recordando a los referentes del género como Weezer, Teenage, Nada Surf…
todo sin perder eso si, la esencia y sello distintivo que confiere a sus
canciones.
Las guitarras siguen llevando el peso y reposan sobre unas bases
contundentes ejecutadas a la perfección por Roberto Aracil (Pereza, Buenas
Noches Rose entre otros…) en la batería.
Esta colección consta de ocho artefactos musicales de fácil ingesta, que
cuanto menos captarán la atención de los más escépticos. Encolados con
unas melodías pegajosas que nos van contando historias que cualquiera
podrá hacer suyas. Unos textos cuidados que nos hablan de situaciones
comunes, de sensaciones, de vivencias colectivas relatadas con precisión
para instalarse en el subconsciente del oyente..
Como adelanto, nos llegó “VAMOS A PERDERNOS “, una canción
contundente que es toda una declaración de intenciones de lo que está por
venir en esta colección. Cabalgando sobre un reff de guitarras hipnótico, la
canción discurre sin abandonar la intensidad desde el primer golpe de caja.
Además, encontramos un tema más íntimo, “Alas Rotas“, con el que Ulises
Messner nos muestra que también puede abandonar los registros más
decibélicos para mostrarse sutil y delicado. Una perla para degustar en
soledad.
Y como bonus track, esta colección incluye la versión del clásico de Rafael
Perez Botija que popularizase en nuestro país Pablo Abraira, “Gavilán o
Paloma“. Una revisión de un clásico alejado en principio de su registro pero
que Ulises ha sabido reconstruir para traernos una lectura alejada de la
original.
Ulises está aqui. Y sigue creciendo sin renunciar a influencias más pretéritas,
sin pretender ajustarse a modas. Un discurso narrado con las herramientas
de siempre. Las que permiten que estas canciones suenen con la honestidad
que suenan.
Y por si todo esto fuera poco, Ulises ya prepara su desembarco en los
escenarios. Mientras todo va tomando forma, disfrutemos del viaje.